Análisis forense de Magna
Gran parte del trabajo del equipo consiste en probar la calidad y durabilidad de los materiales del sector automotriz para componentes, como defensas y puertas traseros de vehículos eléctricos, y materiales reciclados, incluido el cáñamo, para piezas exteriores.
«Los datos que generamos se introducen en un software de modelado de simulación y ayudan a predecir cómo reaccionará el material en todo tipo de circunstancias», explicó Bahash.
Entre los dispositivos del inmaculado laboratorio se incluye un microscopio electrónico de barrido que puede ampliar objetos hasta 300,000 veces para acercarse a una pieza y determinar si un problema se debe a un impacto brusco o a la fatiga. Este análisis de fallas puede ayudar a resolver problemas de revisión de producto y otras inquietudes. Otras máquinas imitan condiciones meteorológicas extremas para comprobar el comportamiento de las piezas en distintos climas.
«La versión de CSI de Magna estudia una pieza, no una persona», afirmó Bahash. «Pero la idea es la misma».